Su lucha por la vida nunca termino. Hasta el final se creyo capaz de vencer su enfermedad. Siento la ausencia como nunca senti su presencia y esto me inquieta. Va a ser mi ejemplo por lo digno, integro, y amoroso que fue. No tuvo tiempo de escribir lo que se propuso y tenia practicamente listo en su mente, en pocas notas, un par de libros que lo mantenian desconectado de lo de todos los dias. Pensaba y pensaba.
Quisiera poderme asegurar de que murio sabiendo que yo lo apreciaba, lo respetaba y lo adoraba incondicionalmente. Todos los que me quieran ayudar podrian hacer lo mismo: mantener la memoria de Jaan viva, colectivamente, para que mis hijos lo tengan cerca aunque ya no este, y sientan orgullo como yo de haber compartido con el tantas cosas.
Jaan tuvo un paro respiratorio cerca de las 20:00 del viernes 5 de agosto del 2011. El dia mas intenso de mi vida hasta este momento. Estuvimos Juulia y yo con el sus ultimas 8 horas. Su higado paro de funcionar esa manana y los medicos sabian que ya no habia nada mas que hacer. Nosotros no. Cuando hay vida hay que hacer: hay que querer.